¿Te sientes estresado, ansioso o deprimido? ¿Tienes problemas para dormir o comer? ¿Te cuesta relacionarte con los demás?
Si es así, como Psicóloga General Sanitaria, puedo ayudarte realizando una evaluación psicológica y posterior tratamiento de, entre otros:
Trastornos del estado del ánimo
Se trata de cualquier trastorno en el que el humor o la afectividad están profundamente alterados. Los principales son la depresión y el trastorno bipolar.
Trastornos adictivos
Evaluación y tratamiento individualizado de la adicción a todo tipo de sustancias, juego, compras, etc.
Duelo patológico
Se entiende un duelo normal como un proceso por el que una persona que ha perdido algo importante, se adapta y se dispone a vivir sin ello. Suele ir asociado a la muerte de un ser querido, pero también hablamos de procesos de duelo con otras pérdidas como mascotas, trabajo, jubilación, relaciones sentimentales o propiedades.
En cambio el duelo patológico se caracteriza porque aparece una expresión clínica o diagnóstico psicopatológico claro: trastorno adaptativo, episodio depresivo mayor, depresión crónica, trastorno por ansiedad, etc. en relación a esa pérdida.
Parkes identificó tres formas de duelo patológico:
Crónico: prolongación indefinida del duelo con exageración de los síntomas.
Inhibido: en el que la mayoría de los síntomas del duelo normal están ausentes.
Diferido: en el cual las emociones que no hicieron su aparición tras la pérdida se desencadenan por otro acontecimiento posterior
Ansiedad
La ansiedad es una respuesta habitual a una situación de estrés tales como un examen, en toma de decisiones importantes, como un cambio laboral, o ante cualquier situación a la que no sabemos, o creemos no saber darle respuesta. Sin embargo, cuando la situación estresante se mantiene en el tiempo, la sintomatología ansiosa puede aparecer en cualquier momento, y es entonces cuando hablamos de trastorno de ansiedad.
Existen múltiples trastornos cuya base se encuentra en la ansiedad y que requieren tratamiento específico e individualizado:
Fobia específica
Fobia social
Trastorno de ansiedad generalizado
Trastorno de ansiedad no específico
Agorafobia
Trastorno de pánico.
Trastorno obsesivo-compulsivo y relacionados:
Trastorno obsesivo-compulsivo y relacionados:
Trastorno dismórfico corporal
Tricotilomanía
Trastorno de excoriación
Trastorno por estrés postraumático (+ de 1 mes)
Trastorno por estrés agudo (1 mes)
Trastorno de la relación social desinhibida (niños que hablan demasiado con adultos que no conoce)
Trastorno de adaptación
Tabaquismo
El consumo de tabaco es la principal causa de muerte prevenible en todo el mundo. Mata a más de 7 millones de personas al año, de las cuales más de 6 millones son consumidoras directas y alrededor de 890.000 son no fumadoras expuestas al humo ambiental (Organización Mundial de la Salud, 2017).
Según la última encuesta epidemiológica del Plan Nacional Sobre Drogas (EDADES, 2015), el tabaco es la segunda sustancia psicoactiva más consumida entre la población española de 15 a 64 años. De acuerdo con el Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías, el 72,5% ha fumado tabaco alguna vez en su vida (Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad, 2013; OEDT, 2016).
El programa para dejar de fumar tiene una duración estimada de 7 a 8 semanas. Es un tratamiento cognitivo-conductual (TCC), al que he añadido un componente de activación conductual (AC). Actualmente este tipo de programas multicomponentes, se consideran los más eficaces para el tratamiento del tabaquismo. Además me apoyo en el uso de la hipnosis como técnica complementaria que potencia los resultados de abstinencia y reduce la sintomatología propia de abstinencia de nicotina.
Realizamos una reducción gradual de nicotina, ya que no precipita el síndrome de abstinencia habitual que ocurre al dejar de fumar de forma abrupta, favoreciendo así que la persona tenga más confianza y motivación para dejar de fumar.
Trastornos afectivos asociados a patología orgánica
La Psicología de la salud, se ha configurado como una disciplina que se ocupa de los factores psíquicos y sociales que intervienen en el mantenimiento de la salud o inciden en la aparición y evolución de una enfermedad.
La psicología actual se centra en potenciar los aspectos saludables de las personas, abandonando los antiguos esquemas centrados en la patología individual. Conviene que la salud y la enfermedad están determinadas por factores que son de diversa naturaleza y origen.
“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades o minusvalías” (OMS, 1948).
“La salud es un recurso de la vida cotidiana, no el objeto de la vida. Es un concepto positivo que resalta los recursos sociales y personales, así como las capacidades físicas” (OMS, 1986).
Por ello, desde la psicología de la salud, se interviene en patologías orgánicas tales como colon irritable, fibromialgia, migrañas, asma y se interviene también en procesos de dolor.
Así, en función de la frecuencia e intensidad de los síntomas, se trabaja con la preocupación que suscitan en la persona enferma, su repercusión sobre la calidad de vida y la posible existencia de trastornos psicológicos relacionados como ansiedad, trastornos del humor, etcétera.
Trastornos de la personalidad
En la persona con un trastorno de personalidad observamos un patrón perdurable (cuasi-permanente, ya que puede ser modificada) de experiencia interna y de comportamiento que se desvía marcadamente de las expectativas de su cultura.
Este patrón se manifiesta en dos (o más) de los siguientes ámbitos:
Cognición: La forma de pensar
Afectividad: Intensidad, emociones inadecuadas, labilidad emocional, gama de emociones afectada…
Actividad interpersonal: Relaciones con otras personas.
Control de impulsos.
Se trata de un patrón poco flexible que se muestra en diferentes criterios. Además, estos patrones pueden provocar malestar en la persona o un deterioro significativo en sus actividades.
Los trastornos de personalidad se clasifican en tres grupos:
A: Paranoide, Esquizoide, y Esquizotipico.
B: Antisocial, Narcisista, Histriónico y Límite.
C: Por evitación, Por dependencia y Obsesivo-compulsivo
Trastornos sexuales
La sexualidad es un aspecto fundamental del ser humano y abarca diversas dimensiones: el sexo, las identidades y papeles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción.
Se vive y se expresa en pensamientos, prácticas, fantasías, creencias, deseos, comportamientos, valores, actitudes, papeles y relaciones interpersonales.
Aunque la sexualidad puede incluir todos estos aspectos, no todos se experimentan o expresan siempre.
“La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales” (OMS, 2006).
Desde la terapia sexual se trabajan los siguientes trastornos en la mujer:
Trastorno del interés/excitación sexual femenino.
Trastorno de aversión sexual
Síndrome de excitación sexual persistente.
Trastorno orgásmico femenino: anorgasmia.
Problemas de dolor: vaginismo y dispareunia.
Desde la terapia sexual se trabajan los siguientes trastornos en el hombre:
Deseo sexual hipoactivo
Problemas de excitación: disfunción eréctil
Trastorno orgásmico masculino: eyaculación retardada.
Trastorno orgásmico masculino: eyaculación precoz.
Problemas de dolor: dispareunia en hombres.
Terapia de pareja
Cuando surgen conflictos en una relación amorosa que la pareja no puede resolver por sí misma, es momento de iniciar un proceso terapéutico con un profesional.
En función de la problemática surgida en la relación se adaptará el tratamiento para encontrar la mejor solución para ambos miembros de la pareja, asistiendo tanto a sesiones conjuntas como individuales.
Los principales objetivos de la terapia de pareja son:
Análisis del problema. Los más consultados son celos, infidelidades, problemas de comunicación, falta de confianza, problemas económicos o problemas en las relaciones sexuales e íntimas.
Comprensión de sus pautas de funcionamiento.
Establecimiento de una nueva forma de relacionarse en pareja.
Modificación de sus actitudes.
Comunicación renovada y sana.
Además, la psicología de pareja, también se ocupa de diagnosticar y tratar casos en los que la mejor solución es una separación, acompañando y orientando a los miembros de la pareja en este proceso para que sea lo menos traumático y conflictivo posible.
“La mente del hombre es tan dúctil y corruptible que podemos enloquecer a través de la razón”
– Georg Lichtenberg