La hipnosis clínica: una técnica eficaz para el tratamiento de la ansiedad, el estrés y otros trastornos psicológicos.
A lo largo de la historia se han escrito muchas definiciones de Hipnosis Clínica, os dejo las dos que, en mi opinión, son más significativas:
“La Hipnosis es un estado intermedio entre la vigilia y el sueño. Permanecen en la córtex puntos de alerta que permiten en el hombre la relación entre hipnotizado e hipnotizador”. Iván Paulov.
“…Un estado de aumento de atención y receptividad y una sensibilidad incrementada hacía una idea o conjunto de ideas”. Milton H. Erickson.
Así pues, la Hipnosis Clínica es una técnica usada en el contexto de la terapia psicológica. Se trata de una forma de comunicación en la que el paciente recibe información a través de sugestiones bajo un estado de atención y receptividad aumentada. Esto nos permite a los profesional de la psicología trabajar estados emocionales profundos y conseguir los cambios esperados de forma más eficiente.
¿Cómo puede ayudarte la Hipnosis Clínica?
La Hipnosis es una herramienta clínica que permite mejorar la eficacia de los tratamientos psicoterapéuticos.
En los trastornos de ansiedad es donde más extensamente se ha usado, como agorafobia, ansiedad generalizada, fobias variadas, hipocondría, ataques de pánico, etc.
También podemos utilizarlo en el tratamiento de la depresión, trastornos sexuales, trastornos obsesivos, trastornos de alimentación, problemas de estudio, etc.
Un ámbito que está siendo muy popular en los últimos tiempos es en el tratamiento de ciertos hábitos negativos como el tabaquismo, el control sobre el picoteo en alimentación o de otros comportamientos impulsivos.
Además la hipnosis ha mostrado gran eficacia en el tratamiento del dolor crónico y enfermedades psicosomáticas.
Mitos sobre la consciencia:
El estado hipnótico es como el sueño. Lo cierto es que puede practicarse hipnosis haciendo ejercicio o de forma conversacional. No tiene nada que ver con el sueño fisiológico.
Se puede quedar «atrapado» en el estado hipnótico. Puede existir la creencia de no despertar o quedar hipnotizado para siempre, sin embargo la persona puede en cualquier momento que lo desee interrumpir la actividad.
Solo los «débiles» son hipnotizables. La hipnosis no es un estado pasivo de obediencia y pérdida de voluntad, implica colaborar en una actividad mental guiada y es posible para todo el mundo, salvo que la persona no desee colaborar en el proceso.
Mitos sobre el control:
La hipnosis pone a la persona bajo el control del hipnotizador. Al contrario que en una relación de poder, se establece bajo una relación de confianza y colaboración entre la persona y el terapeuta y siempre de manera terapéutica.
Puedes llegar a actuar en contra de tu voluntad. Bajo hipnosis no harás nada en contra de tus valores o creencias. Solo harás aquello en lo que quieras colaborar.
Bajo hipnosis se dice siempre la verdad y aparece el lado oculto de la persona. Tendrás el mismo control de lo que dices como en un estado de normalidad. Se puede mentir, ocultar información o no responder a una pregunta con total facilidad.
Mitos relacionados con resultados mágicos:
Bajo hipnosis pasas a depender del hipnoterapeuta. Como ya has leído, la hipnosis requiere colaboración, no es pasiva, por ello requiere de tu autonomía para llevarla a cabo.
La hipnosis puede curar de todo. La hipnosis es una herramienta clínica, no una fórmula mágica que vale para todo. Si bien puede mejorar la eficacia y rapidez de un tratamiento.
Todo lo que recordamos bajo hipnosis es cierto. La memoria bajo hipnosis no es fiable, ya que los recuerdos que subyacen pueden mezclarse con otras experiencias propias y ajenas, cosas que nos han contado o hemos visto en fotografías… con el añadido de que al recordarlos en un estado de concentración intensa les damos mayor credibilidad, aunque no sean ciertos.
Recordar el trauma es garantía de superación. El trauma, puede ser recordado con poca fiabilidad, como hemos visto en el punto anterior, además no basta con recordarlo, hay que realizar algún tipo de trabajo de elaboración o superación de una situación traumática para recuperarse de su efecto negativo.